En el marco de la democracia en la Unión Europea, la inmunidad de los diputados europeos desempeña un papel crucial al garantizar su independencia y protección contra represalias indebidas. Sin embargo, es fundamental comprender en qué consiste realmente esta inmunidad y cómo se equilibra con la responsabilidad ante la ley.
La inmunidad parlamentaria tiene como objetivo principal proteger a los legisladores de acciones legales y arrestos arbitrarios que pudieran interferir en su capacidad para ejercer sus funciones de manera independiente. Proporciona un entorno seguro y libre de presiones externas para que los diputados puedan desempeñar su papel representativo y legislativo sin temor a represalias.
Es importante subrayar que la inmunidad no significa impunidad. Los diputados europeos no están por encima de la ley y no pueden usar su estatus para evadir investigaciones legítimas o escapar de la responsabilidad por actos ilícitos. La inmunidad parlamentaria busca, en cambio, establecer un marco procesal especial que equilibre la protección de los legisladores con la necesidad de rendición de cuentas y transparencia.
Es necesario destacar que la inmunidad puede ser levantada en ciertas circunstancias. Si un diputado es objeto de una investigación judicial por presuntos delitos graves, las autoridades competentes pueden solicitar al Parlamento Europeo la suspensión de su inmunidad. Que es lo que ha ocurrido con Carles Puigdemont, que lleva fugado desde 2017 tras toda la vorágine política del 'procès catalán'.
El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena tendría vía libre para volver a emitir una orden de detención a nivel europeo, reclamando así la entrega a España de los tres políticos independentistas fugados. Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí. La defensa del exlíder de 'Junts per Cat' adelanta que recurrirá la sentencia conocida el día de hoy.