En España no existe ningún plan al estilo del 'London Bridge', no tenemos ninguna 'Operación Cibeles' ni nada por el estilo. En cambio, hay un protocolo a seguir que se recoge en el reglamento de honores militares.
El último funeral que se realizó en España siguiendo este reglamento fue de un conde de Barcelona, Juan de Borbón, padre de Juan Carlos I y exjefe de la Casa Real española.
El reglamento es breve y, entre otros, indica que todas las banderas ondearán a media asta y con crespón medio en todas las unidades militares ese día, el funeral del rey se realizará con salva de 21 cañonazos en honor al difunto tal y como otras formaciones militares en el mundo realizan.
El féretro será trasladado en carro por seis caballos negros de la guardia real y será acompañado por dos generales de los tres ejércitos, seguidos por las máximas condecoraciones más preciadas del rey, y detrás de ella irá el sucesor o sucesora del monarca. La ceremonia podría realizarse en la Capilla Real del Escorial o en la Catedral de Almudena.
Tampoco se ha establecido un número de días oficiales de luto, el encargado de establecer el número de días de luto oficial y establecer el día del funeral es el gobierno, siendo lo más probable que el número de días establecidos sean siete.
Al funeral del monarca asistirán autoridades de todo el estado, representantes del Tribunal Supremo, Tribunal Constitucional, los representantes de casas reales, europeas y jefes de estado de otros países. Los restos de los monarcas españoles descansan en el Monasterio del Escorial.
El féretro llegaría escoltado por la guardia real y serían recibidos por los monjes Agustinos.